Sobre mí

Empecé en este bonito camino llamado Educación hace más de 10 años, me diplomé en Educación Infantil y Lengua Extranjera. Durante estos años he tenido la oportunidad de conocer diferentes escuelas infantiles en las que he trabajado siendo tutora de aula.

Trabajar acompañando a niños hasta los 3 años es lo más bonito que he podido elegir, el día a día está lleno de cariño, amor y aprendizajes, la pena es que no se pueda realizar en las condiciones necesarias. En toda escuela se tienen ratios excesivas y un personal profesional demasiado justo. Nuestros verdaderos protagonistas necesitan más que eso, necesitan una mayor atención, una mirada respetuosa hacia el niño/a teniendo en cuenta que cada uno es diferente al otro, al igual que sus necesidades, su nivel madurativo y los tiempos.

En este proceso de cambio pude envolverme en el mundo de las pedagogías activas, siguiendo figuras como Pikler, Reggio Emilia y Montessori, en la importancia de los espacios, de los materiales, del movimiento libre y sobre todo en una crianza respetuosa.

Caminando encontré la figura de “Madre de día”, una idea maravillosa con el fin de poder ofrecer a los más pequeños un espacio dónde se les permite ser, se respeta sus ritmos y se les acompaña en un camino de crecimiento y desarrollo con una ratio reducida de máximo 4 niños y niñas de edades intercaladas entre 0-3 años.